Fijaros que chula, que de cosas ponemos en las paredes, y siempre con la buena intención de ayudarnos a hacer nuestas tareas escolares. Los niños se sienten muy orgullosos de su clase y les encanta enseñarsela a los demás.
Ahora tenemos que poner en marcha el museo de la clase, donde poner las obras de estos jovenes artistas.
Y, cómo no, nuestro rincón TIC, con esos ordenadores reciclados, algunos con aportación de alguna familia de quien heredamos su viejo aparato. A nosotros nos vale todo, así que antes de tirar, preguntar en colegio, porque la filosofía de nuestra ecoescuela es así:
"Aqui tirar, no se tira nada"